Los antecedentes: ¿endo qué?

Bueno pues sigo lo que empecé ayer. Aún no sé la frecuencia con la que escribiré de ahora en adelante, supongo que un poco condicionado por el trabajo, pero intentaré no dejarlo, por ahora me hace sentir bien.

Ayer pensé que no diría nada a «la parienta«, que prefería que fuera ella quien quizás algún día descubriese este blog entre otros muchos que consulta y le hiciera sospechar, pero no sirvo para guardar un secreto con ella. Además, cuando por la noche se lo comenté, ya sospechaba algo, le pareció muy raro verme teclear tanto con el ordenador.  No ha sido hasta la comida de hoy cuando le he dado la dirección, iba a volverse loca buscando. Lo ha leído, ha sonreído y me ha dado su visto bueno. Perfecto, se ha prestado a ayudarme (soy muy malo para las fechas y las expresiones médicas).

Ahora la presentación y antecedentes. Yo 34, ella 29. Empezamos la búsqueda de embarazo en febrero del año 2013, cuando ya nos hallábamos establecidos en la que hasta hoy es nuestra última vivienda. Digo la última porque en los años anteriores, por mi trabajo, las mudanzas se sucedieron muy rápidamente. Aunque nacidos y criados en Andalucía hemos terminado, por mi trabajo, muy cerca de Madrid.

Decidimos que antes de empezar con la búsqueda visitaríamos una clínica ginecológica, para estar seguros de que todo estaba «bien». Por desconocimiento, y como llevábamos por aquí poco tiempo, pregunté a compañeros de trabajo a qué clínica solían ir sus mujeres. La mayoría coincidía en una en concreto, en la misma ciudad, incluida en nuestro seguro, buen trato, seguimiento del embarazo y asistencia en el parto.

Ya en consulta encontramos una doctora muy simpática, con la consulta plagada de fotos de peques recién nacidos (con nuestro hueco en el tablón, pensé). Chequeo rutinario, analítica dentro de la normalidad y a «funcionar». Como las reglas de la parienta eran regulares nos da la pauta universal del «día sí, día no» antes, durante y después de la ovulación. Sólo precisa que durante la eco ha observado dos «quistes» en los ovarios de 2-3 centímetros, nada importante, refiere. Nos dice que la media de tiempo para embarazarnos será de un año, que la edad ayudará mucho.

Y así pasan los primeros meses. Mucha ilusión, muchos tests, pero sin el resultado esperado. Al sexto pedimos una nueva cita con la doctora. La parienta comienza a desesperar, yo estoy muy agusto con el «día sí, día no», pero no podemos descartar que «tengamos algún problema». La doctora se ríe, nos dice que tengamos paciencia. No nos pide ninguna prueba, nos recuerda la media, un año…

Mientras tanto es cuando la parienta comienza a visitar foros, blogs, a «preguntar a Google». Los dos quistes que se vieron en la ecografía no le gustaron. Siempre se ha quejado de las reglas y de dolor abdominal entre ellas, adicta al ibuprofeno. Muchos especialistas hasta entonces, único diagnóstico, «colon irritable».

Tras mucho indagar en la red, tras muchas coincidencias sintomáticas, el equipo médico formado por los Doctores Google y Foro Embarazo, entre muchos otros, le confirman sus dudas: «endometriosis». ¿Endo qué? – mi respuesta.

Y es desde ese momento cuando agradecemos haber acabado tan cerca de Madrid, de muchos destinos distintos para mi trabajo, tuvimos que acabar aquí. El abanico de especialistas y clínicas es más amplío que por el «Sur», siendo andaluz he de reconocerlo. También gracias a internet, a comentarios de otras chicas, la parienta localiza una clínica especialista en endometriosis: Quirón San Camilo y además incluida en nuestro seguro médico, ¡bien!

Primera cita, con una doctora del equipo médico de ginecología de la clínica, la parienta expone sus síntomas, nuestros propósitos y a priori, tras un chequeo, se confirma: endometriosis. Faltaría confirmarlo con una analítica de sangre, mediante unos marcadores tumorales (como acojona la primera vez que lo escuchas) que, desafortunadamente, dieron muchísimo más altos de lo esperado. Única solución: Intervención por laparoscopia. Además, para mi, prescribe el que sería mi primer seminograma (ese que no se olvida y merece un post para él sólo), para tener más información en caso de tener que derivar a «repro».

Bien por hoy. Mucho por contar aún. Nos leemos.

5 comentarios

  1. mamaenproceso · · Responder

    Hola marío, en primer lugar felicitarte por abrir el blog y contar allí tus experiencias junto a la parienta en esta aventura de ser papis.. Se que no es fácil desnudarse ante el mundo y contar lo que sientes, así que vas por buen camino… A mi me paso algo similar, como ya lo habras podido leer en mi blog, también tuve un quiste, por lo que me tuvieron que hacer una laparoscopia, en la que me descubrieron dos focos de endometriosis, da mucho susto, pero con el tratamiento y la cirugía al parecer todo esta bien, ya veremos… Me quedo pendiente de tu historia.. Un abrazo

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    1. Gracias por todo. Como dices, no es nada fácil contar todo por lo que se pasa, sólo entendible por quien está en tu situación o ha pasado por algo similar. Seguiré contando nuestra historia, contad con ello. Por ahora ando muy ilusionado con esto y por la acogida que está teniendo.
      Respecto a la endometriosis me alegro que todo siga bien. En nuestro caso, un año después de la laparoscopia también sigue controlada, pero nunca hay que bajar la guardia.
      Gracias por todo. Un abrazo.

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  2. Ains, marío, qué ilusión leer un macho entre tanta buscadora enajenada. Te sigo desde ya mismo. Hoy no duermo de la emoción 🙂

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    1. Jajaja… de la emoción y del calor que hace por «la gran ciudad», que tampoco ayuda a conciliar el sueño. También te sigo, he pasado un buen rato leyendo tu blog 🙂

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  3. Marío, esto no puede ser, los dos con insomnio, que lo de ayer no eran horas 😉 Escucha, ¿tú no tienes Twitter? Hazte uno, haz favor, que empieza a haber motín en las redes. We want you! 🙂

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¿Y tú qué opinas?